El Registro Nacional del presente y del futuro.

Por Randall Salazar Solórzano
Gerente de Proyecto Registro Nacional

Más de 50 años atrás, era difícil pensar en cómo podía ser el Registro Público  –hoy Registro Nacional– del futuro. Tampoco hoy es tarea fácil contestar esta interrogante, dada la infinidad de variables que se pueden presentar en el transcurso del tiempo.  El poder imaginar el futuro es algo de sumo interés y a la vez placentero, por los retos que esto representa.  

Es difícil proyectarse adecuadamente en el futuro institucional si no logramos ver y comprender el pasado. Lo anterior, aunque suene contradictorio, es de vital importancia porque las instituciones, como fuerzas vivas, trazan una línea o ruta que, normalmente, se mantiene con la misma tendencia hasta tanto sea alterada por hechos, actos o personas, los cuales influyen positiva o negativamente. Esta interpretación nos ayuda a visualizar los elementos fundamentales generadores del cambio dentro de la Institución. En este sentido, y a manera de ejemplo, podemos decir que, cuando se examina un accidente en retrospectiva, sus causas resultan evidentes. Por lo general, existe una serie de medidas que, de haberse tomado, hubieran evitado el accidente, e incidentes anteriores que, de haber sido percibidos e interpretados correctamente, hubieran servido de advertencia.

Por consiguiente, se debe visualizar y tener presente que el mundo es muy complejo, demasiado para estudiarlo, por no hablar de predecirlo. Recordemos que la vida es compleja y que están sucediendo muchas cosas a un tiempo, la mayoría sin importancia para lo que hacemos, pero en definitiva todas suman.

Para un historiador un siglo no es nada, pero para nosotros dos décadas son toda una vida. Este factor, por el cual el tiempo se vuelve relativo, complica más esta labor. Dicho lo anterior, pretendo viajar en el pasado lo suficiente para dejar claros los cambios trascendentales experimentados por la humanidad en un corto periodo de tiempo, con el fin de tomar en cuenta el fenómeno del cambio. También, intentaré determinar los hechos que han dado lugar al Registro Nacional de hoy, así como los desafíos que esta Institución deberá enfrentar en el futuro.

  El cambio: factor siempre presente entre el pasado y el futuro

Es importante tener presente que el común denominador entre el pasado y el futuro es el cambio.  Los seres humanos evolucionamos y, por ende, hacemos que el mundo evolucione.

Basta repasar los enormes cambios ocurridos en el mundo en el período que comprende de fines del siglo XIX hasta principios del XX.  En esta interesante época, se experimentaron cambios tan rápidos como los que estamos viviendo hoy. En un espacio relativamente corto de tiempo, se produjo una rápida sucesión de inventos técnicos catalogados en su época como casi milagrosos, que modificaron para siempre la vida de las personas, de las empresas y de los gobiernos. En esta época apareció la bombilla incandescente y, en consecuencia, se construyeron plantas de energía eléctricas para su alimentación. Se  inventaron  los motores eléctricos,  que se utilizaban en las fábricas. El telégrafo se comenzó a extender por las principales ciudades del mundo, seguido por el teléfono. El fonógrafo permitió registrar por primera vez en la historia las voces, las canciones y los sonidos, y también estos se pudieron conservar y reproducir a voluntad. Al mismo tiempo, los artefactos técnicos incrementaban su potencia. Las redes ferroviarias se multiplicaron con rapidez. Los barcos de vapor atravesaban los océanos. Se inventó el automóvil, que al principio fue una máquina muy costosa y hecha a mano, la cual apareció en Europa por obra de la empresa Daimler-Benz; posteriormente, en Norte América el señor Henry Ford inventó la primera cadena de montaje destinada a la fabricación masiva de vehículos, que en su tiempo fueron relativamente baratos. Se probó el primer avión, y pocas décadas después estos aparatos transportaban correspondencia, pasajeros y, lamentablemente, bombas. La fotografía se hizo común y faltaba poco para la aparición del cine. Pronto habría de surgir la radio, que posibilitó enviar señales a todo el mundo sin necesidad de cables.  Evidentemente fue un gran período de cambio.

En la actualidad, es difícil imaginar la vida sin estos productos de la tecnología, que definitivamente han venido a revolucionar nuestra forma de vida. Hoy se perciben cambios iguales o de mayor envergadura. Este cambio hace que las personas deban ser flexibles, y esta flexibilidad nos ayuda cuando el mundo se torna confuso. Al tratar de entender el entorno, de interpretar los acontecimientos que presenciamos, descubrimos a qué debemos prestar atención y qué debemos soslayar. Por eso la atención, junto con la motivación humana, fija ese límite.

Tomando como apoyo el libro De la pluma del zopilote al computador, del señor Mario Murillo, intentaré resaltar los hechos del pasado considerados relevantes para la formación del Registro Nacional.