150 años cumple la Asociación de Escribanos del Uruguay.

150 años cumple la Asociación de Escribanos del Uruguay.

COMPROMETIDOS CON EL NOTARIADO 
150 años de la AEU
¡Siempre comprometidos con el Notariado, el país y la comunidad!

La figura del Escribano

En 1516, cuando Juan Díaz de Solís pisó tierra uruguaya por primera vez cerca de la bahía de Montevideo. Ante el Escribano Pedro de Alarcón, tomó posesión del territorio de nuestro país para la Corona de Castilla.

La primera actuación notarial documentada en el actual territorio uruguayo fue por parte del Notario español Joseph Esquibel que, proveniente de Buenos Aires, estuvo casi un mes en nuestro territorio autorizando escrituras de diversa índole. La más antigua que se conoce, del 1° de diciembre de 1739, dio lugar a la conmemoración anual del Día del Escribano Uruguayo en ese día.

En 1827, dos años después de declarada oficialmente la independencia nacional, se dictó la primera Ley Notarial Patria, que suprimió los cabildos y la función notarial de los Alcaldes Ordinarios, y estableció un Escribano en todas las ciudades o villas donde habían existido los cabildos.

En 1865, el Superior Tribunal de Justicia declaró suprimidos los Escribanos de número y creó un régimen de Notariado libre, lo cual dio forma al sistema establecido en la actualidad.

Proceso de formación institucional

El 1° de abril de 1875, los Escribanos constituyeron el primer Colegio de Escribanos de la República Oriental del Uruguay, con la intención de que tuviera carácter público y obligatorio.

El Superior Tribunal de Justicia se declaró incompetente para semejante autorización, que requería una ley, y el proyecto se perdió en un largo trámite. Esto obligó a los colegas fundadores a dejar constituida una asociación particular y privada, que tenía por objeto la defensa del interés colectivo de la profesión, en un esfuerzo colegialista, que, varias veces reiterado, continúa hasta hoy.

No obstante, esa asociación civil primigenia, antecesora directa de la actual Asociación de Escribanos del Uruguay, cumplió una importante función académica en apoyo a una mejor formación técnica de los Escribanos. Asimismo, mostró su compromiso con la previsión social de sus afiliados, mediante la creación de un sistema de montepíos, que tuvo efectiva vigencia en esa primera época y que es el antecedente lejano de la actual Caja Notarial de Seguridad Social.

En 1903, se creó la Asociación Notarial de la República Oriental del Uruguay, lo que implicó una breve escisión en la organización notarial nacional.

En 1907, con el nombre de Asociación de Escribanos del Uruguay (AEU), se unieron las dos asociaciones referidas, lo cual dio lugar a la institución bajo su forma actual: Una asociación civil, de afiliación voluntaria, sin ánimo de lucro, integrada por Escribanos activos y pasivos, así como estudiantes de escribanía.

Dos años después, el Poder Ejecutivo de la época le reconoció personería jurídica y aprobó sus estatutos.

En estos primeros 150 años de existencia, muchos actores han formado parte de la vida institucional y dedicado su esfuerzo al bien del colectivo: los integrantes de las sucesivas Comisiones Directivas y demás órganos estatutarios, a lo cual se suma el firme apoyo de los socios más dedicados (integrantes de múltiples comisiones técnicas y grupos de trabajo) y la adhesión de los funcionarios.

Visión a futuro

150 años son un pequeño tramo en la historia de la humanidad, pero representan un importante lapso en la historia de un país con apenas 200 años de vida independiente.

Hoy, la AEU renueva su compromiso de trabajar intensamente en pro del mejoramiento moral e intelectual del Notariado Uruguayo. A la vez, reafirma su férreo compromiso con el desarrollo y enaltecimiento de la función notarial, como un pilar ineludible de la seguridad jurídica del país y una garantía esencial para el bienestar de sus ciudadanos.

¡Feliz aniversario! 

 Fuente AEU