Los ciudadanos españoles podrán recurrir a los notarios para resolver asuntos civiles, comerciales o de herencia.
- 17/07/2015
- España
La Ley de Jurisdicción Voluntaria, aprobada el 19 de junio 2015 por el Congreso español, permitirá a los ciudadanos españoles recurrir a cualquiera de los casi 3.000 notarios distribuidos en todo el país (incluso en ciudades con una población de apenas 500) para resolver una serie de civil, comercial o herencia importa donde no hay disputa, y que por tanto no requiere la intervención de un juez.
Esto eliminará la necesidad de viajar a un palacio de justicia que en muchos casos está muy lejos de la casa de las partes involucradas.
El Congreso, al igual que el notariado, opinan de que hay una serie de cuestiones que podrían y deberían ser resueltos por los servidores públicos que no sean un juez.
El Notarios es un Jurista calificado, que están sujetos a un estatuto que garantice su actuación independiente, imparcial, riguroso y responsable, con vocación de servicio público, cumplen esta función para el Estado.
Teniendo en cuenta todo lo anterior, el Ministerio de Justicia ha incluido en la Ley el concepto de opciones alternativas, permitiendo a los ciudadanos a recurrir a un secretario del tribunal o notario, o de lo contrario un secretario del tribunal o registrador.
Esta libertad de elección es un hecho positivo para el notariado, que cree que servirá para confirmar el grado de eficacia de cada servidor público.
La nueva Ley atribuye competencias a los notarios en diversos ámbitos operativos de jurisdicción voluntaria: derecho civil y comercial, hipotecas y la sucesión. Por ejemplo, será posible concluir una separación o divorcio ante notario, si la pareja no tiene hijos menores de edad. Los Notarios creen que en este campo van a ser capaces de reducir considerablemente el período de 6-12 meses requerido por los tribunales para procesar estos casos, al tiempo que ofrece las mismas garantías jurídicas. En cuanto al matrimonio realizado por un notario, la profesión ya se realiza una función muy estrechamente ligada a las parejas y familias.
Los notarios están involucrados en casos como los acuerdos prenupciales, el reconocimiento de los niños, el registro formal de los acuerdos de la familia, la tutela y el establecimiento de asociaciones legales. Será ahora también posible a casarse ante un notario. El matrimonio civil también se puede introducir en ante el juez del registro civil o el juez de paz, secretarios judiciales, concejales y alcaldes locales.
En el campo de la herencia, los notarios estarán facultados para manejar una variedad de diferentes temas, lo que demuestra muy beneficioso para el público en general. Por ejemplo, los herederos colaterales de los que mueren sin haber dejado un testamento podrán acudir a un notario para procesar el caso y recibir su herencia, en lugar de un juez que se requiera. Desde hace algunos años, herederos directos han sido capaces de confiar este asunto a un notario. Es una opción muy popular: en 2014, los notarios manejan más de 66.000 herencias intestadas, como se conoce a este tipo de casos.
En cuanto a las obligaciones, una opción de esperar para demostrar ampliamente popular, para dar un ejemplo, es el procesamiento ante notario de los casos de reclamación monetaria no disputados, donde no hay desacuerdo entre las partes. Esto permitirá que muchos de estos procesos se resuelvan sin recurrir a los tribunales, mientras que acortar los tiempos de respuesta actuales. Reglamentos están igualmente incluidos para subastas notariales, que serán estrictamente electrónica, por lo que el procedimiento más barato y más eficiente.
Mención final debe ser de la importancia de los procesos de reconciliación. Durante tres años, los notarios han estado actuando en un campo similar, la mediación, gracias a la aprobación en julio de 2012, de un acto que rige esta materia y que les permite operar como mediadores. Fue una progresión muy natural que la reconciliación ante notario se debe permitir, junto con la mediación, ya que la propia función pública notarial conlleva inherentemente asesoramiento imparcial y equilibrado para las partes, con el fin de llegar a acuerdos jurídicamente compatibles en situaciones complejas.
La aprobación de una Ley de Jurisdicción Voluntaria había sido una asignatura pendiente para este y los anteriores gobiernos, dado que la Ley de enjuiciamiento civil aprobada por el Parlamento hace 14 años incluye la provisión para que deberá adoptar este nuevo paso.
Esta Ley está en sintonía con la tendencia en Europa para reducir la carga que enfrentan los tribunales, liberándolos de los casos donde no hay controversia entre las partes. El notariado español desea destacar los esfuerzos realizados por la actual administración del Ministerio de Justicia, que fue obligado a embarcarse en extensas reformas al proyecto de ley original, a fin de lograr un grado suficiente de consenso.
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