Historia de la Actividad Notarial en Rumania.

Unión Nacional de los Notarios Públicos en Rumania.

La institución, bajo su forma actual, existe desde el 17 de noviembre de 1995, fecha en la cual los antiguos Notariados de Estado cesaron su actividad, creándose los notariados públicos, así como se conocen hoy en día por todo el público.

Sin embargo, no creemos que falta de interés recordar que las primeras formas de organización notarial aparecieron en el territorio rumano en plena Edad Media, las atestaciones documentarias colocando los comienzos de la institución en cualquier parte entre los siglos XIII y XIV. Tanto la cancillería principesca y la del vaivoda, así como «los plazos de confirmación» constituyen, en tiempo, un conjunto de practicas concernientes a la redacción, autenticación, conservación y traslado de las actas que tienen su origen en el sistema de funcionamiento de la cancillería papal y, más remoto aún en el tiempo, del romano.

En todas las provincias rumanas, el estatuto del notario (logofat, gramatic en Tara Româneasca y Moldavia) ha sido desde el comienzo bien limitado y la prominencia social como las tasas percibidas para la redacción de los actos - en su mayoría concernientes a litigios de propiedad - han hecho que ésta función sea muy buscada, a veces la carrera transmitiéndose en familia.

Implicados en la elaboración de los actos públicos y privados, de los convenios internacionales, los notarios prestan entre sí ciertas fórmulas, adoptan el estilo de los vecinos, asumen unos de otros distintas formas, colores, dimensiones de los sigilos (de oro, de cera, de humo) con los cuales autentificaban a las respectivas actas.

Intérpretes de los textos de ley, redactores del entero cuerpo de documentos públicos y privados, de valor probatorio, en la Edad Media los notarios constituyen uno de los primeros cuerpos profesionales estructurado en el país. Indistintamente de la política de los príncipes, del estado de soberanía, de señorío o dependencia, de la insitución del régimen fanariota en Tara Româneasca y Moldavia, o de la dominación austríaca, después austro-húngar, en Transilvania, los notarios velaron en la elaboración cuanto más rigurosa de las actas.

Durante más de algunos siglos, existieron paralelamente departamentos notariales al lado de los juzgados que funcionaban en los Principados Rumanos, así como los notarios públicos que desempeñaban su actividad en Transilvania y Bucovina de Norte. Estos dos sistemas paralelos desaparecerán a la vez con la aparición de la nueva legislación notarial, la cual instituyó el notariado de estado. De este modo, de conformidad con el Decreto núm. 79/31.03.1950, se fundó el Notariado de Estado, reorganizado ulteriormente en el cumplimiento del Decreto núm. 377/1960, como órgano administrativo con atribuciones especificas al procedimiento no contencioso.

Con la aparición de la Ley de los notarios públicos y de la Actividad notarial, núm. 36/1995, quedan abrogados los textos de ley más arriba mencionados, estableciéndose las bases modernas para el desenvolvimiento de la actividad notarial. En Rumania, el nuevo sistema de organización, de acuerdo con la Ley de los notarios públicos y de la actividad notarial núm. 36/1995, significó el paso del sistema estatificado a un otro liberal, configurado en especial por el estatuto autónomo de la función de notario público.