Los Abogados también se equivocan, por la Dra. Vanesa Di Cataldo.
- 02/11/2005
- Argentina
MALA PRAXIS DEL ABOGADO
Distintas personas creen que estamos “corporativizados” (como corporación de abogados) y por tanto ningún abogado le reclamaría a otro, o que es difícil de ganar o que este luego nos remandará.
Lo cierto es que lo ideal es que estuvieran asegurados en su Responsabilidad Civil para que frente a un reclamo, responda su seguro, pero en gral el abogado no esta consciente del error, y como en el médico, no cree que le pueda pasar o bien, ni se le ocurrió pensar en el seguro.
Un error reconocido y más frente y en un juicio, que sentará antecedente (para la justicia y el abogado) no es recomendable y por esto en gral se arreglan en mediación estos casos, ( y esto no queda registrado) aunque la vergüenza es grande para el profesional, formando parte de la idea de que no se equivocan, lo cual nos convertiría en algo así como semidioses, y no lo somos…un error no hace a un mal profesional, ni abogado, ni médico, y sería maduro asumir el error por parte de estos.
El abogado es un profesional formado para asesorar y defender al cliente (abogar = defender), y en virtud de ésto, quiénes no dignifiquen la profesión desde este lugar y colaboren para que tantos y tantos clientes desconfíen de nosotros sin conocernos, serán pasibles de ser reclamados en su error, y por tanto deberán hacerse cargo de los mismos, Cómo? Resarciendo a su cliente por lo que dejó de percibir por su culpa o ganó de menos o perdió, y dado que muchas veces no se puede retrotraer al estado anterior de las cosas (por Ej. retomar a un empleado despedido) ésto se logra resarciendo económicamente a ese cliente. Qué monto? El que no se ganó (lo que denominamos perdida de chance) más el daño moral según el caso.
La chance es la posibilidad cierta que existe para ese cliente de haber ganado el juicio eventualmente con un buen actuar del abogado, hubiera ganado el cliente; si ciertamente no tenía posibilidad de ganarlo, entonces esa chance desaparece en parte o toda y el abogado sólo responderá por lo que hubiera ganado, no por todo lo reclamado. Si no tenía posibilidad de ganarlo, entonces no abonará nada, por increíble que parezca, salvo padecimientos ajenos del cliente y a considerar.
Es lógico también en esta órbita de cosas, que parte de las consecuencias que debe enfrentar el profesional sea desistir de los honorarios regulados en ese juicio perdido, se haya terminado o no, se haya ganado o no, el juez regulará honorarios para todos los profesionales intervinientes, y aunque parezca insólito, estos abogados (que, remarquemos, siempre saben cuando actuaron mal) los quieren cobrar.
Antes de cualquier reclamo, habrá que estudiar concienzudamente la prueba y la actuación del profesional, lo que generalmente esta aunado en el expte judicial, para lo cuál, sería interesante pedir su reserva, para que no sufra pérdidas o extravíos convenientes.
Citados a la mediación, se les pedirá asuman el error y abonen las consecuencias, y en la mayoría de los casos, como dijimos esto ocurre.
¿Qué tipo de errores se cometen? Entre tantos expedientes se nos pase citar a un cliente en tiempo y forma; o este no venga y se pase el tiempo de presentar el escrito; dejar pasar el tiempo para iniciar un expte (prescripción); no apelar cuando debía hacerse; demandar incorrectamente contra quién no es responsable del hecho; olvidar presentar prueba; que se pase el término para ofrecerla…etc.
Generalmente los tiempos procesales que nos exige el código hay que recordarlos y cumplirlos, y cuando el trabajo es mucho, a veces se nos pasa, pero esto no nos exculpa, ya que en esos casos esos estudios debieran o tomar menos trabajo o redistribuirlo mejor para que no ocurra, mientras que para nosotros es un expte, para el cliente, es su vida, es “Su expte”.
Todos los errores son de fácil prueba, porque quedan en el expte certificados por el juzgado, con firma del profesional, de VS, fecha y hora por el cargo (máquina en mesa de entradas, parecido a cuando uno marca tarjeta al entrar al trabajo) por tanto no hay mucho para discutir, sino que todo estará plasmado allí.
Recordemos también que cuando el abogado se presenta por poder tiene más responsabilidad en sus actos negligentes o diligentes, que quien no lo tiene, aunque ser patrocinante no nos exime de errores.
Lo interesante sería asumir que todos nos equivocamos, sino no seríamos humanos, por tanto, asumamos adultamente el error, ya que el cliente no tiene culpa de nuestra negligencia, que por otro lado, vale decir es involuntaria….